El Voto del Guerrero
Arreglo inspirado en las enseñanzas de Don Juan Matus a Carlos Castaneda.
— Un Guerrero/a enfoca la verdadera Voluntad y la encarna en su vida.
Acepta su suerte con máxima humildad y no se lamenta ni enorgullece por cosa alguna,
Pues toma cada experiencia como un desafío interminable
No agacha su cabeza ante nadie ni permite que otros la agachen ante él
No le afecta nada porque no cree en nada,
aunque actúa como si supiera todo y tuviera el control.
No se pierde en discusiones ni quiere explicar el misterio,
tan sólo dedica su energía a superar la propia estupidez
y a manejar el Misterio para ponerlo al servicio de su Voluntad.
— Un guerrero es espontáneo y confía siempre en su propio poder,
que le hará actuar de manera adecuada en cada instante.
pero también estudia estratégicamente cada acción
y la realiza sin desviación, dudas ni remordimientos.
Sigue los designios que le marca el poder
y, si pierde claridad, piensa en la Muerte y eso le templa.
No se siente desesperado, desconcertado ni asustado
porque sabe que la muerte le acecha y que no tiene tiempo que perder.
Ni se abandona o entrega a nada, ni se reprime o niega nada.
camina lenta y relajadamente, teniendo gestos hacia los demás y hacia la vida.
— Un guerrero sabe que ningún acto es más que otro, reír como llorar.
sabe que su vida es un soplo y que no va a ninguna parte.
No tiene honor, dignidad, ni familia, tan sólo vida para vivir y para amar,
por eso la victoria o la derrota son lo mismo.
No quiere nada ni rechaza nada, cumple con su Voluntad-dios.
encuentra la forma de comer porque no tiene hambre
y elimina lo que lastima su cuerpo porque no le arrastra el dolor.
Hambre o dolor significan que uno se ha entregado.
Hambre o dolor son sólo pensamiento.
— Un Guerrero no siente compasión por nadie que es desear que otros sean como él es.
Su impecabilidad es dejar ser y apoyar a los otros en lo que son.
No sabe qué cosa cambiar en los demás ni por qué cambiarla,
pues todos los humanos somos Envolturas Luminosas perfectas.
Ni a él mismo le está permitido cambiar su manera de ser
hasta perder completamente su Forma humana
y por eso no se desespera ante su incapacidad para lograrlo.
— Un guerrero derriba el mundo conocido por una razón específica
y luego lo restaura para seguir viviendo.
¿Qué hará un guerrero con su poder? Nadie lo sabe,
pero lo importante es que cumpla su propósito como tal,
unido a su propio Linaje de luz y en armonía con el Gran Espíritu, y mientras lo consigue,
ha de avanzar riendo y gozando por los caminos que tienen corazón.